4 de diciembre de 2013

diciembre cuatro

algo debe habitar en ti de las primeras noches,
del sol primario, de la vida más pura.
algo que los demás extraviamos,
desaprendimos u olvidamos.

algo debes saber de las palabras y sus poderes:
malabarista, hechicera,
jamás ilusionista.
tuya es la red más fina,
la distancia más amarga,
el plan más entrañable.

por ti dejo siempre un espacio en blanco en cada texto,
previendo que un día, con suerte,
puede que juegues con él.

25 de julio de 2013

yo soy de los que van a ninguna parte...

yo soy de los que van a ninguna parte,
de los que al sentir amor saben que han llegado.
vengo de dónde me leen, no de dónde me nombran.
estoy buscando, lo mismo que tú: la paz, el amor,
la felicidad de estar con los míos,
de ver crecer a mi hija,
de aprovechar al máximo el tiempo con mis padres.

renuncio, por escrito,
a escalar, a la distancia, a las estrellas.
toda mi fe está puesta en cimentarme
y si pienso en crecer, será siempre hacia abajo,
hasta encontrar la raíz primaria,
el mensaje más claro.

si alguna vez sientes que es a ti a quién me dirijo,
ten la certeza de que así es y no dudes en contradecirme.
estoy contando lo que alcanzo a ver - a sentir -
del universo que habita en nosotros:
no somos tan distintos, sólo a veces estamos lejanos.

que pases por aquí no es casual,
estoy aprendiendo una lección con este encuentro;
no me dejes con el cuaderno en blanco,
no permita Dios que permanezcamos callados.

17 de junio de 2013

ese misterioso comehigos

porque nada tiene de misterioso un tipo comiendo higos en su puerta hasta que alguien le concede ese adjetivo y viene un policía a ver qué hace. porque cualquier cosa que hagas puede ser mal vista, medida, catalogada o reprimida. porque al escoger un camino dejas de lado algún otro. porque puedes decidirlo.

porque no necesitas cambiar al mundo, necesitas decidir tu vida. porque hay un punto de partida justo a un lado de donde estás parado. porque la inercia no debería decidir ningún camino.

porque solo al compartir lo que eres, lo que tienes, puedes hablar de amor. porque solo por amor podríamos salvarnos.

deja a un lado los recuerdos

deja a un lado los recuerdos,
no pienso competir con lo que fuimos.
deja de soñarte entre mis brazos,
deja de decir "es mío".
deja los planes que quedaron,
no me pidas que te cuente lo que nunca hicimos.

deja el camino que no andamos,
deja aquel hotel donde estuvimos.
deja el recuerdo de las sábanas,
el desayuno al pie del jardincito.
deja las caricias que inventé para asombrarte,
las palabras que te dije
y lo que fingiste no escuchar.

deja de buscarte entre mis líneas,
tú no apareces más, te he desterrado.

no habría que dejar de moldear las nubes...

no habría que dejar de moldear las nubes,
de pintar con gises el camino hasta mi casa.
no debes olvidar que con crayones de colores
una pared siempre dejará de ser un obstáculo.

yo no he perdido mi bloc de cuadros grandes y azules
y desde que volví a los patines no hay distancias insalvables.
a diario el chocolate con leche y la ropa por toda la casa,
el regreso obligado a las jugueterías donde por un tiempo no paré.

sólo recuperando el territorio,
peleando sin tregua contra la madurez,
puede uno esperar que el silencio no llegue.

mientras dure

no me importa mostrarme débil mientras escribo,
si aún no soy fuerte ni nunca lo he sido.
no he aprendido a amar como aquí juegan,
yo amo con los codos, con el sueño, con la voz,
no tengo objeción en no ser correspondido.
no me importa cuánto vivan mis amores,
yo amo mientras dura, mientras puedo,
mientras se vacía el vaso y emprendo mi camino.
no entiendo cómo aman los humanos,
por eso estoy aquí contigo, por tu duda,
por todo lo que no sabes ni averiguas,
por todo lo que das sin saber siquiera que tuviste.
amo tus alas, tus vuelos, tus caderas
donde termina mi noche, mi nostalgia.
no me importa que no entiendas que te amo,
que dudes y llores y preguntes y reclames,
yo te amo,
mientras dure.

a este corazón desvencijado

a este corazón desvencijado
que marcha a contratiempo,
que llega siempre tarde,
que arrastra los minutos
y no sale de tu calle.

a este corazón malhumorado
que estuvo en muchos puertos,
que no supo amarrarse,
que no me de la mano
y cruza sin mirar.

a este corazón que llama y cuelga,
que teme a las visitas,
que se apaga horas enteras,
que salta de improviso
y no recuerda lo que sueña.

a este corazón tan triste y a la espera
se le ha ocurrido amarte.